Dios, la creación, o como
quieras llamarlo, creó un mundo maravilloso para nosotros, para todas las
almas. Pensé esto viendo los ojos de Conny, mi perra que me vio y se acerco
buscando una caricia, su alimento más preciado.
Escribo bajo un hermoso alcanfor
que sostiene mi hamaca, sus hojas me protegen del intenso sol, o de la lluvia,
cuando llueve.
Mis pies están descalzos sobre
la suavidad de la tierra desde donde crece la vida, con la que se nutre toda la
creación.
Ya es otoño en Buenos Aires,
pero aún quedan flores del verano que pasó, la vida se prepara para la estación
en la que está entrando, cada estación tiene su belleza, yo disfruto de cada
una de ellas, en todas escribo, bajo este hermoso alcanfor.
Ale Flores
1 de Abril de 2017
La Merecida
Silla Azul
Espacio Sagrado
Altar de Fuego
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